La
sociedad asigna gran importancia a los valores; todo el mundo, educadores,
padres, autoridades, están cada vez más preocupados y afectados por la
competencia sin control, el individualismo, el consumismo, la violencia, los
crecientes problemas sociales y la falta de cohesión social, asumiendo que
estas situaciones no se darían con tanta crudeza si la familia, en primer
lugar, y la escuela, en segundo término, realizaran una efectiva educación en
valores. Parece claro, además, que existen valores negativos, como la
agresividad, la competencia donde el más fuerte aplasta al más débil; el
autoritarismo, el afán por el dinero, el egoísmo, etc.
La enseñanza de los valores tiene lugar en el seno
familiar, a través del ejemplo: los niños pequeños ven a sus padres como
modelos y tienden a copiar las formas de comportamiento que transmiten en el
día a día.
Una clasificación de los valores siempre será arbitraria, susceptible de mejorar... Pero parece existir acuerdo para considerar ciertos valores fundamentales: cooperación, libertad, felicidad, honestidad, humildad, amor, etc.
Una clasificación de los valores siempre será arbitraria, susceptible de mejorar... Pero parece existir acuerdo para considerar ciertos valores fundamentales: cooperación, libertad, felicidad, honestidad, humildad, amor, etc.
Los jóvenes, como los adultos, se enfrentan un mundo de problemas y decisiones que reflejan la complejidad de la vida. En estas decisiones están en juego los valores como fuerzas directivas de acción. Estos con frecuencia entran en conflicto; en parte por la poca claridad del sistema de valores de la sociedad y la desorientación de la existencia humana. La tarea de educar y, con ello, la de educar en los valores, no queda circunscrita al ámbito escolar, Familia y sociedad son espacios sociales fuertemente comprometidos en esta responsabilidad.
6 de junio de 2013.-
http://www.educativo.utalca.cl/link.cgi/familia/noticias/1919
No hay comentarios:
Publicar un comentario